Un sueño que nació entre viñedos
Al amanecer de un día el sueño de una familia humilde comenzaba. Ramón Ramos comenzaba una vida en torno al vino no sin la experiencia que su padre le había transmitido muy cercana a la viña y a los vinateros de entonces.
Una bodega subterránea sirvió para dar los primeros pasos en el sector vitivinícola. Con el tiempo, la bodega se fue transformando al igual que el mercado evolucionaba y que los gustos de la gente cambiaban.
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Tradición que trasciende desde nuestra bodega
Primero fue el mercado local, la venta de vino a los vinateros de aquella época. Poco a poco el mercado se fue expandiendo a nivel nacional para más tarde, con la llegada de la segunda generación, expandirse por todo el mundo.
La vieja bodega descansa hoy como museo y ha dado paso a la modernización de las nuevas instalaciones, no si mantener ese carácter tradicional de elaborar.
Mientras tanto, los viñedos nos iban premiando con las mejores uvas para hacer hoy vinos que se exportan a América, Asia, Europa, Oceanía y también a pequeños rincones de España donde la gente se sienta a disfrutar de un buen vino de bodega Ramón Ramos.
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